La supremacía de la vida
Como seres humanos alcanzaremos el límite de la
vida por diferentes razones, en momentos diferentes, cuando tamos plena
conciencia de que podemos morir, pues si no posees los medios (fortaleza
biológica y psicológica previas, conocimiento previo, asistencia a tiempo,
economía y por sobre todo el apoyo del ser amado) podemos morir.
Este virus es mortal, es invisible, es muy
contagioso, “un simple descuido” o tal vez dos, me pusieron en ése límite y
creo saber cuáles fueron.
No, no es drama, no es exageración, es real está
sucediendo en el mundo y algunos no toman plena conciencia como sociedad, la
potencial capacidad de infección por conductas irresponsables, o por un simple
descuido, contra nosotros mismo y contra nuestro entorno directo. “Estar en
casa, no es estar encerrados, es estar a salvo” y si añadimos la higiene, los
cuidados y “el no bajar la guardia”, es bastante probable que se pueda sortear
la muerte, en fin, por lo menos seamos responsables con uno mismo.
Nuestro cuerpo es una creación divina, interna,
silenciosa y con ayuda está, literalmente, batallando para auto protegerse y
alcanzar la inmunidad al mal que lo aqueja, cuidémoslo.
Nuestra forma de vivir cambió definitivamente
para siempre, por lo menos la mía, mi contexto, mi perspectiva y mi prospectiva
de vida cambiará en adelante.
En el límite de vida solo tienes dos opciones,
la muerte o la vida y en ése preciso momento aparece clarísimo la supremacía de
la vida, aun con lo mínimo necesario para lograrlo.
Siempre creí en la sencillez en la forma de
vivir.
A algunos el cambio nos durará más que a otros,
independiente de ello, significa un punto de inflexión en la trayectoria de
cada una de nuestras vidas y que en definitiva cambiará el curso de nuestra
historia. Tú decides, ya lo hice.
REF
Agosto 2020