La compañía personal

 Este texto, brutalmente honesto, la escribió Sylvia Plath con 17 años, en una carta dirigida a un amigo (enero 1970).

Líneas antes: "Es un alivio encontrar a alguien con quien hablar sobre la vida. Creo que la compañía espiritual, en un mundo tan superficial, es muy necesaria".

"Pero hay algo que invade el interior de nuestra mente y alma cada día. En todas las casas hay una radio. Es cierto, nos mantiene en contacto con el mundo, pero, hay muchísima drama inútil y de sus ondas emana música mediocre que hipnotiza a todos aquellos que son demasiados vagos como ara pensar por sí mismos.

¡Y la TV! Tener una TV se ha convertido en el objetivo de, incluso, las familias más pobres; sentarse frente a una pantalla yver los vodeviles ordinarios, el baseball y el fútbol, que tan de moda están en el país.



Es tan fácil acallar el pensamiento.

Es tan fácil ser arrullado a un estado de ensoñación, semiinconsciente, por este entretenimiento que anestesia nuestra inteligencia creativa.

Prefiero, cien veces más, leer un libro o crear imágenes en mi mente, que dejar que otras personas piensen por mí. Creo que todo el mundo debería pensar o imaginar por sí mismo.




¿Para qué vivir si no somos más que un eco y un reflejo?

La supremacía de la vida

La supremacía de la vida

Como seres humanos alcanzaremos el límite de la vida por diferentes razones, en momentos diferentes, cuando tamos plena conciencia de que podemos morir, pues si no posees los medios (fortaleza biológica y psicológica previas, conocimiento previo, asistencia a tiempo, economía y por sobre todo el apoyo del ser amado) podemos morir.

Este virus es mortal, es invisible, es muy contagioso, “un simple descuido” o tal vez dos, me pusieron en ése límite y creo saber cuáles fueron.

No, no es drama, no es exageración, es real está sucediendo en el mundo y algunos no toman plena conciencia como sociedad, la potencial capacidad de infección por conductas irresponsables, o por un simple descuido, contra nosotros mismo y contra nuestro entorno directo. “Estar en casa, no es estar encerrados, es estar a salvo” y si añadimos la higiene, los cuidados y “el no bajar la guardia”, es bastante probable que se pueda sortear la muerte, en fin, por lo menos seamos responsables con uno mismo.

Nuestro cuerpo es una creación divina, interna, silenciosa y con ayuda está, literalmente, batallando para auto protegerse y alcanzar la inmunidad al mal que lo aqueja, cuidémoslo.

Nuestra forma de vivir cambió definitivamente para siempre, por lo menos la mía, mi contexto, mi perspectiva y mi prospectiva de vida cambiará en adelante.

En el límite de vida solo tienes dos opciones, la muerte o la vida y en ése preciso momento aparece clarísimo la supremacía de la vida, aun con lo mínimo necesario para lograrlo.

Siempre creí en la sencillez en la forma de vivir.

A algunos el cambio nos durará más que a otros, independiente de ello, significa un punto de inflexión en la trayectoria de cada una de nuestras vidas y que en definitiva cambiará el curso de nuestra historia. Tú decides, ya lo hice.

 

REF

Agosto 2020 

Una breve retrospectiva de nuestra historia socio-política

 

Solo pretendo evitar que se acentúe más, y muy fuerte aún, la brecha entre nosotros mismos.

Va a costar lograr consensos y unidad como país por dos aspectos fundamentales; primero, cada uno tenemos raciocinios diferentes, segundo, nuestra clase política es mediocre.

Todos, y cada uno a la vez, tenemos nuestra propia estructura de conocimientos formada desde muy temprana edad, en condición de adultos nuestra perspectiva de vida en común es diferente, nuestra ulterior estructura de conocimientos logrará, en consecuencia, nuestro actuar, nuestro hablar, nuestras decisiones.

Nuestra clase política se ha formado en base a intereses subalternos, salvo escasas excepciones, lo típico es el agrupamiento de personas, cada periodo electoral, coadyuvado con la existencia de una crisis social y/o política. Es mediocre porque no hay formación partidaria, lo que existe es un remedo que intenta cumplir con lo mínimo requerido, no hay renovación formal de cuadros, ¿ellos serían lo mismo si no existieran normas que intentaran orientar su conducta?, la respuesta es obvia, ¡no!, no lo hacen aun cuando es lo correcto, como en otros aspectos sociales se aplica aquello de “Pepe el vivo”.

Hoy estamos distanciados de quienes piensan diferente, ¿la razón?, la coyuntura política. Nuestra débil, y mayoritaria, estructura de conocimientos nos condiciona a no entender, lo que sucede en el país, quienes pueden ayudar en este proceso de entendimiento, (prensa escrita, TV), no lo hacen, deliberadamente, poniendo en riesgo nuestra coexistencia. Aristóteles decía que todos somos animales políticos, bajo el contexto de que, política es la convivencia armónica en común, bajo el libre albedrío, estableciendo “las reglas de conducta” en la sociedad, con tal propósito.

Alcanzamos una polarización social desde dos frentes radicales, realmente radicales y extremistas, sus actores creen que están en la oportunidad de lograr su cometido a cualquier costo, ¿el fin justifica los medios?, no, la pregunta que todos debemos responder, es; ¿qué condiciones realmente nos ha puesto en esta encrucijada?

Nuestra capacidad de; discernir, entender y decidir, en materia política, como en otras, es débil, demasiado débil, y claro, explicado por la baja comprensión lectora y limitado razonamiento matemático como promedio en el país, cavando aún más la brecha social, y a su vez, por las limitadas políticas de estado, en materia de educación, ¿deliberada?

Nuestra clase política y sistema judicial, son un dechado de vicios que se fue asentando con el tiempo cada vez. Quienes lograron alcanzar una cuota de poder tenían mayores intereses subalternos por sobre los de la nación, con un “sistema de corrupción” que despilfarra en promedio unos veinte dos mil millones de soles, POR CADA AÑO, (informe de la Contraloría General de la República del 2020), creando una idiosincrasia política que a la postre es menos que mediocre, en su defecto, ¿cómo explicamos que tenemos gobernadores regionales con procesos judiciales o encarcelados o los últimos seis ex presidentes del país, con procesos por receptación o solicitud de sobornos, por recibir ingentes cantidades de dinero para costear las campañas electorales y no transparentarlo como corresponde.

La conducta “turbia” del comportamiento al más alto nivel, que se ha ido generalizando y reforzando en el tiempo, implicaría que; por un lado, a los de turno, les importa poco o nada el bienestar de la nación, o que no lo merecemos, o que somos incapaces de entenderlo y por ende incapaces de cuestionarlo. Ese contexto, que también es parte de la historia universal, tanto en sociología como en biología, genera lo que se denomina, caldo de cultivo[1], y por otro lado, trasciende en la sociedad, sobre todo, y con mayor énfasis, si tales comportamientos “turbios” derivan en impunidad, “normalizándolo como idiosincrasia” lo que es un agravante o un cáncer en ciernes, (términos médicos), que, de permitir su expansión, logrará una metástasis del cual no se saldría sino con una contundente cirugía, con gran impacto en la sociedad, a fin de tener un “cuerpo sano”.

So pretexto de convivir en democracia se esgrimen razones superfluas para imponerse en la sociedad obviando, deliberadamente, sus propios antecedentes y la población toma tales aseveraciones también dejando de lado las causas que motivaron las consecuencias que hoy vivimos, no puedo saber si es por desidia, por ignorancia, por falta de capacidad de raciocinio, por inducción, por mentiras, por engaños, por falta de compromiso, o la coexistencia de todas ellas, en distintos grupos humanos. ¿Solo vemos la punta del iceberg y no vemos el mayor volumen que la sostiene?

"Somos una nación que no construye historia, sino que estamos condenados a repetirla y ello porque, quienes manejaron las riendas del país no les interesó mejorar la educación ni el bienestar social, vieron al Perú como un botín, y porque, en general, consentimos seguir sufriendo, por unas migajas".

No está bien reclamar, renegar o proferir insultos, contra otros, por las consecuencias, cuando se ha sido parte primigenia e inherente de las causas que lo originaron. No puedes desentenderte del poder que tuviste en el momento de la elección, que lo ignores antes o la soslayes en el momento, no te exime de dicha responsabilidad irrenunciable, en su lugar, estamos ocupados, estúpidamente, en agredirnos unos a otros en lugar de buscar soluciones.

Algunos tendrán la intención, buena o mala, pero quien alcance la primera magistratura, asume la responsabilidad de conducir el país, está en la población decidir a quién otorgársela.

Nuestra historia siguió y sigue una tendencia sinusoidal (altibajos). A 200 años de la independencia, ¿tenemos algo que festejar?, ¿realmente somos libres e independientes?, ¿qué hemos avanzado como nación?, ¿cuáles son los retos?, ¿tenemos una identidad peruana?, por lo menos, la que parece ser, no es nada agradable.

El Perú será, lo que deba ser, si todos nos resolvemos a engrandecerlo. No tenemos más opción ni mejor momento, que ahora, aprender de los errores y de los horrores. No a la desunión, no a la violencia, no al mutuo desprestigio, ataquemos los problemas, no a las personas, no seamos “tontos útiles” de nadie, no lo merecen, busquemos el diálogo alturado entre nosotros, mejor si comenzamos a vernos como una sola nación.





Para construir el Perú que queremos se requiere del compromiso de cada uno, al final se trata de dignidad. Tenemos una gran responsabilidad para lograr ser el país con el que todos soñamos. Pero para ello, tenemos que superar muchos retos, con un objetivo en común, empezando por un auto análisis sincero y haciendo siempre lo correcto.

Solo inténtalo, por convicción propia, la selección natural hará lo propio.



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 "Hoy asume la presidencia un profesor rural. Tal vez sus ideas no nos gusten, su falta de experiencia nos dé miedo, la incertidumbre nos invada. Pero 200 años después de que nos inauguramos como República un hombre que pertenece a una clase que nunca tuvo acceso a ese y otros poderes se pone la banda presidencial. Simbólicamente es importante: en las comunidades campesinas y centros poblados del Perú los niños siempre eligen dos profesiones: policías o maestros, porque son las únicas formas como el Estado está presente en sus vidas. Hoy saben que si nacen a más de 3 mil metros de altura y sus padres son quechua hablantes pueden ser presidentes. El Perú sigue siendo ancho, pero hoy es menos ajeno. Y eso, más allá de las decisiones que tome Castillo para nuestras vidas, que tendremos que vigilar y defender tiene un valor enorme. De nosotros (y por supuesto de él también) depende que lo convirtamos en una oportunidad para cerrar brechas ancestrales o en una excusa para meter el dedo en la llaga y hacerla cada vez más profunda y dolorosa. Feliz 28. Sí. Feliz, dejemos de llorar sobre la leche que aún no se derrama. Esperemos con paciencia que nos traen estos tiempos".

(Patricia Del Río Labarthe).

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[1] BIOLOGÍA: Líquido convenientemente preparado para el desarrollo y estudio de las bacterias y otros microorganismos, en laboratorio.

SOCIOLOGÍA: Factor o ambiente propicios para el desarrollo de condiciones generalmente perjudiciales.

El poder de las palabras: los desastres no son naturales

 El poder de las palabras: los desastres no son naturales

https://www.undrr.org/es/news/el-poder-de-las-palabras-los-desastres-no-son-naturales?fbclid=IwAR23DauGg4NlDNUH-G0mzrgsi0lq3vUj466VAT5GOXhHpGV4QGS5IfKHtlE

Los desastres naturales no existen. Los desastres son siempre el resultado de las acciones y las decisiones humanas. Conceptualizarlos como naturales ha propiciado incontables discusiones desde hace siglos. Como cuando Jean-Jacques Rousseau le escribió a Voltaire con motivo del terremoto de Lisboa en 1755: “convenga usted que la naturaleza no construyó las 20 mil casas de seis y siete pisos, y que, si los habitantes de esta gran ciudad  hubieran vivido menos hacinados, con mayor igualdad y modestia, los estragos del terremoto hubieran sido menores, o quizá inexistentes”. 

Casi 300 años después, sin embargo, es usual encontrar el término desastre natural en la literatura, la academia e incluso dentro del ámbito laboral relacionado a la reducción del riesgo de desastres (RRD). Una encuesta realizada por la iniciativa británica #NoNaturalDisasters (#LosDesastresNoSonNaturales) evidenció que el 92% de quienes trabajan en el campo de RRD ha escuchado a sus colegas utilizar el término desastre natural.  

“El uso de la palabra “natural” para describir los desastres puede dar la impresión de que estos son inevitables y que las acciones humanas pueden hacer muy poco para prevenir o mitigar sus impactos”, ha afirmado al respecto y en reiteradas oportunidades Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres. 

“Debemos asociar el desastre con lo cotidiano: vulnerabilidad, pobreza, marginalización. Los desastres no es algo fortuito que cae del cielo”, aseguró Allan Lavell, doctor en geografía económica y Premio Sasakawa 2015, durante su participación en el webinar #LosDesastresNoSonNaturales desde los espacios de trabajo. “Hay muchas palabras que usamos comúnmente y que transmiten la misma noción que ‘desastres naturales’, como utilizar sismos, inundaciones y tormentas como ejemplos de desastres, cuando estos son solamente eventos que contribuyen a daños y pérdidas. Se ha enlazado desastre con eventos”, añadió.




Más que ser un tema semántico, el cambio de concepto forma parte de una comprensión más profunda de los desastres y los fenómenos naturales; es también un paso hacia adelante en el desarrollo de la buena gobernanza del riesgo. “Decir que los desastres son naturales aboga por restar responsabilidad a la gobernanza, que suministra justamente los mecanismos para incidir en las variables de exposición, vulnerabilidad y capacidad”, explicó Raúl Salazar, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, Oficina Regional – Las Américas y El Caribe (UNDRR).  

El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030) también destaca a la gobernanza como una de las principales claves para gestionar los riesgos. “El fortalecimiento de la gobernanza del riesgo de desastres para la prevención, mitigación, preparación, respuesta, recuperación y rehabilitación es necesario y fomenta la colaboración y las alianzas entre mecanismos e instituciones en la aplicación de los instrumentos pertinentes para la reducción del riesgo de desastres y el desarrollo sostenible”. La buena gobernanza es el foco del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres de este año, a conmemorarse el próximo 13 de octubre.  

Rodrigo Mena, Investigador del ISS de Erasmus University of Rotterdam, otro participante del webinar #LosDesastresNoSonNaturales desde los espacios de trabajo, fue también enfático en asegurar que los desastres son naturales exime de responsabilidad a los espacios de poder y se culpa, en su lugar, a la naturaleza o a voluntades divinas”.  

Esta comprensión de la construcción social del riesgo, de acuerdo con Claudia Herrera, Secretaria Ejecutiva del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y República Dominicana (CEPREDENAC), es fundamental para “una cultura de prevención en la región”.  

Si desea más información sobre el webinar #LosDesastresNoSonNaturales desde los espacios de trabajo, acceda a este enlace. 


“Los recuerdos que nos quedan por vivir”

Renato Cisneros - 02/11/2019 a las 12:28

1. Eres el único de nosotros que lleva el nombre de papá, Luis Federico. Nunca te gustó del todo, ¿no?

Sí me gusta, pero de niño era difícil llevar ese nombre. Todavía lo asocio más con el viejo que conmigo. Pocas personas me llaman así. Ser Luis era más simple, hasta que una mañana sentí una voz que me llamó Federico. Fue como un despertar.

2. ¿Recuerdas nuestros juegos de chicos?

Fue nuestro mejor momento. Recuerdo todos los juegos (“Los perros”, “La escuelita”…), las imitaciones, las carreras alrededor de la piscina, los partidos de fútbol en cualquier lado de la casa y las peleas de box. Te estaré siempre agradecido por eso. Si volvemos a venir a la tierra, pediré que seas mi hermano otra vez.

3. Tenías 13 años cuando murió papá. ¿Qué produjo en ti esa orfandad tan temprana?

Uf, una explosión. Produjo todo lo que vino después. Me refugié en el silencio y la escritura. Cada cosa que llegó fue también una especie de refugio. Con el tiempo su ausencia agudizó mi sensibilidad, la comprensión de esta vida y la que viene después. Fue el evento que me lanzó a la adolescencia.

4. No recuerdo haberte visto llorar ni entonces ni después.

Lloré contigo varias veces. Recuerdo una durante la fogata de mi primer retiro, en la cancha de fútbol, año 96. Te entregué una vela en medio de toda mi promoción dándote las gracias por haber estado ahí. Nos quebramos.

5. Estudiaste Comunicaciones por presión familiar. Si pudieses volver atrás, ¿qué te habría gustado estudiar?

Presión familiar: tú y mi mamá. Me gustó la carrera, pero no me llenó. Estudiar música o artes escénicas en ese momento parecía ‘yuca’, me faltó creérmela. Necesitaba tiempo. Si pudiera retroceder, les pediría eso: tiempo, espacio.

6. ¿Te molestó que, al morir papá, me convirtiera en un padre sustituto?

Papá no murió. Trascendió este plano. Su espíritu sigue vivo. La muerte es una gran ilusión, es solo el principio del gran misterio. En ese momento hicimos lo que pudimos para seguir remando; a ti te tocó madurar aceleradamente. Todos nos perdimos en ese tránsito. Lo importante es habernos encontrado.

7. Nunca terminaste de leer mi novela La distancia que nos separa. ¿Te aburrió, te disgustó? ¿Te parece que fui injusto?

La terminaré. Varios pasajes me han encantado. Otros me hicieron llorar. Te agradezco la investigación, pero siento que fuiste un poco lejos con varios personajes y situaciones. Abriste de nuevo una herida que nos tomó muchos años aprender a curar. O quizá estaba mal curada y por eso se abrió. Me alegra que a miles de lectores la novela los haya inspirado.

8. Nunca te he preguntado por qué te convertiste al vegetarianismo.

A través del yoga y la meditación me acerqué al reino del alma, la paz interior, la no violencia. De a pocos la práctica me inspiró a vivir en armonía. Al cambiar la dieta la salud mejora. Tu mente se abre, tus células sanan. Uno se vuelve más compasivo, más pacífico.

9. Viviste mucho tiempo en Cusco. ¿Qué te dio esa experiencia?

Me permitió conocerme mucho más, sentirme más libre, más expandido. Me conecté con el universo, la naturaleza, la Madre Tierra.

10. ¿Cómo haces ahora para lidiar con Lima?

Volver no era parte del plan, pero Lima todavía tenía bastante por enseñarme. Para vivir en armonía, donde sea que esté, practico meditación, yoga, danza, música. Procuro pasar tiempo en la naturaleza pero he aprendido a disfrutar de la adrenalina y del caos viajando en bicicleta.

11. ¿Qué ocurre en ti cuando meditas? ¿Qué logras?

Limpiar las impurezas de la mente, reducir el karma negativo, alinear mi energía, tomar consciencia de lo vivido. Actualizo mi ADN. Ecualizo mi mente diluyendo aspectos obsoletos del ego y la personalidad. Es maravilloso. Ayuda a despertar la consciencia.

12. Acabas de cumplir 38. ¿Cómo es convivir con mi mamá a esta edad?

Esta última convivencia ha sido más retadora, ha estado llena de complicidad y contrastes que nos ayudan a sanar y darnos cuenta de que siempre podemos mejorar. Es como hacer una maestría donde todo es pura práctica. Un curso intensivo para escucharse y comprenderse con paciencia.

13. ¿Te interesa la paternidad?

Más que traer hijos al mundo, me interesa llegar a ser mi propio padre, comandar mi espíritu con sabiduría y ayudar a otros a encontrarse.

14. Hicimos muchas cosas juntos de niños. ¿Qué nos falta hacer?

Conversar más. Compartir más momentos con tu hija. Practicar yoga otra vez. Recorrer algún camino inca, ir juntos a la selva, realizar un viaje familiar. En fin, fabricar todos los recuerdos que podamos. //
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La vida nunca será suficiente para hacer más de lo que pudimos hacer de niños, una mirada retrospectiva siempre nos dará motivaciones para realizar muchas más cosas con tu hermano, construir recuerdos agradables, y por que no también los otros, total serán recuerdos de los cuales podríamos reírnos, finalmente todos ellos juntos serán la construcción de las personas que seremos de viejos. HERMANO, FABRIQUEMOS LOS RECUERDOS QUE PODAMOS, JUNTOS.
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La compañía personal

 Este texto, brutalmente honesto, la escribió Sylvia Plath con 17 años, en una carta dirigida a un amigo (enero 1970). Líneas antes: "E...