Proyectos regionales: ¿Qué tanto han avanzado para acelerar su inversión?

El ex viceministro de Hacienda, Carlos Oliva, comenta que el enfoque de eficiencia debería realizarse en el sistema de abastecimiento, en donde se generan las mayores trabas.
Y de esto trata el análisis de Víctor Melgarejo (Gestión), del 17.04.2018 - 05:56 AM.


La reactivación de la inversión pública es una de las principales variables que busca impulsar el Ejecutivo para revertir la tendencia, en el comportamiento del PBI, y lograr la meta de 4% de crecimiento para este año, como lo propone el ministro de Economía, David Tuesta.

Sin embargo, el comportamiento de la inversión pública de los gobiernos regionales parece no seguir las expectativas del MEF, dado que en el primer trimestre las cifras de inversión pública regional reportan un retroceso de 5.6%, comparado con similar periodo del año anterior.

¿Pero cómo ha sido el desempeño de la inversión pública en cada región? Según el portal Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas, se puede observar que Lima y Callao, son las regiones que reportan menos avances, mientras que Loreto, Amazonas y Tumbes, tienen mayores niveles de ejecución.

Tabla: Inversión Pública Regional y sus avances
(Fuente: MEF)


AGILIZAR LA INVERSIÓN  PÚBLICA
Para acelerar la inversión pública, el ex viceministro de Hacienda, Carlos Oliva, sostiene que el enfoque no debería centrarse en la atención de los proyectos, sino en el procedimiento de ejecución, principalmente en el sistema de abastecimiento.

Explica que, para las regiones hay dos asignaciones para los proyectos, la primera de ellos sobre los proyectos previstos para este año, cuyos montos están establecidos en el presupuesto y que suman más de S/. 4 000 millones.

Por otro lado, se tienen las transferencias adicionales que realiza el Ejecutivo, de sus sectores, que estaban previstas culminar en marzo, pero que se han extendido hasta mayo debido a la coyuntura política. Este monto ya supera los S/. 3 000 millones, según el portal del MEF.

Ante ello, Carlos Oliva indica que el sistema de asignación del presupuesto para las regiones funciona, pero sostiene que el problema radica en el sistema de abastecimiento, al momento de la ejecución.

“Un proyecto que se tiene previsto que se realice en un año se realiza en cuatro años. El problema no se trata en enfocarse si se atiende la continuidad de proyectos, porque ya está presupuestado, sino en las contrataciones que se realizarán para su ejecución”, afirma.

Así, Carlos Oliva indica que una de las principales trabas, por ejemplo; es que en muchos casos los proceso terminan en arbitrajes, lo que conlleva a que los plazos de los proyectos se tripliquen e incluso sean mayores.

“Los procesos de selección no son buenos, muchos términos de referencia se hacen a la medida”, indicó, además que algunos proyectos están bastante atomizados (desperdigados), con montos menores a los S/. 100 000, por lo que hace más difícil la gestión.



RECONSTRUCCIÓN
Carlos Oliva indica que, un tratamiento especial deben recibir los proyectos vinculados a la reconstrucción, así, entre una de las alternativas sugiere seguir el modelo utilizado para las obras en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

El modelo para las obras de los Panamericanos consiste en la contratación -vía licitación- de un administrador de proyecto, que es responsable de la ejecución de la obra, siendo este quien subcontrata todo lo necesario para la culminación y a la vez recibe un incentivo por adelanto de obra.

Carlos Oliva explica que este mecanismo se puede utilizar en los grandes proyectos de inversión, y no necesariamente en los más pequeños, dado la complejidad que conlleva.

“En el anterior proceso de reconstrucción el modelo lo hizo la PCM, ahora está en manos del MEF realizar una mejor propuesta para acelerar la inversión pública en las regiones”, puntualizó. 

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Uno de los pilares que el ejecutivo posee, para revertir la senda económica actual, es mediante la inversión pública y los pasos previos para ello están dados, la disponibilidad económica, sin embargo las ejecuciones se traban (se detienen o demoran) porque en el país no se desarrollan los proyectos desde la perspectiva técnica o profesional -análisis de riesgos, mantenimiento, sostenibilidad- que se necesita a fin de disminuir -o mejor aún, eliminar- los retrazos o las extensiones del tiempo para concluirlos, no es concebible que dichas extensiones de tiempo se dupliquen o se tripliquen, eso no es más un indicativo que los proyectos no son tales sino esbozos de ellos que se van afinando en el tiempo, ¿no tenemos proyectistas profesionales? (y no debo añadir honestos y humanos porque sería ¿pedir demasiado?), pues las famosas adendas son utilizadas para "otros fines".


Si bien es cierto que estamos despertando de la pesadilla que fue la corrupción que alcanzó las más altas esferas, que esto sirva para desechar de una vez los "malos proyectos" que se pretenden desarrollar en el país.

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Gabinete de Martín Vizcarra: la nueva tecnocracia del gobierno

A la par del nombramiento del "nuevo gabinete ministerial", se recupera un cierto predominio de la tecnocracia en el país. Rafael Aste de Semana Económica lo considera así en su artículo que valdría la pena analizar para generar las proyecciones del actuar de los gobiernos subnacionales o de aquellos que se elegirán muy pronto.

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Los perfiles en el nuevo gabinete ministerial del presidente Martín Vizcarra destacan por su experiencia en las carteras que manejarán; los nombramientos políticos escasean.

POR RAFAEL ASTE
03 abril 2018

La tecnocracia recobra su predominancia en el Ejecutivo. El presidente Martín Vizcarra tomó juramento ayer a los ministros que conforman el nuevo gabinete liderado por el premier César Villanueva. A diferencia de los gabinetes de PedroPablo Kuczynski (PPK), el expertise sectorial de los ministros convocados no proviene de su cercanía al sector privado. Salvo ciertas excepciones, los nuevos ministros tienen experiencia en las carteras que dirigirán, sobre todo en sus ministerios o entidades afines.

Tales son los casos de Fabiola Muñoz [ambiente], Rogers Valencia [comercio exterior y turismo], Silvia Pessah [salud], Daniel Alfaro [educación], entre otros. “La selección de estos viceministros o directores muestra un ensanchamiento de la base social. Muchos son de provincias y, salvo Daniel Córdova [ministro de Producción], no tienen vínculos directos con el sector privado”, señala Arturo Maldonado, socio del grupo de análisis político 50+1.

Los nuevos cambios ministeriales no afectarían la continuidad en las políticas del gobierno, especialmente en materia económica. “El nombramiento de David Tuesta [como titular del MEF] garantiza la continuidad de las políticas de inversión, mientras que el de Edmer Trujillo [al MTC, exministro de Vivienda de PPK], confirma que facilitar la inversión pública y privada será una prioridad para el nuevo gobierno”, señala Maria Luisa Puig en un reciente reporte de la consultora Eurasia Group.

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EL NUEVO PROYECTO TECNOCRÁTICO

El cambio entre gobiernos se evidencia más en el perfil del gabinete que en sus políticas. En este sentido Martín Vizcarra ha optado por una ruta distinta a la que tomó su antecesor, Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Cuando inició el actual gobierno en el 2016, 

SEMANAeconómica analizó el creciente atractivo que había en profesionales del sector privado por migrar al público. Dicho atractivo se fue reduciendo con cada crisis ministerial. Los tecnócratas fueron menos resilientes a los conflictos políticos y finalmente, el proyecto tecnocrático del sector privado con el que inició PPK, tuvo una transición hacia perfiles más políticos.

La tecnocracia bajo Vizcarra cobra una definición más clásica. Los tecnócratas son entendidos como administradores del aparato público cuyas decisiones tienen un carácter técnico racional antes que uno político, según el libro "Burócratas y Tecnócratas", de Álvaro Gálvez y Álvaro Grompone, investigadores del IEP. De esta manera, los nuevos ministros cumplen con este perfil de expertise técnico y de administradores públicos. Pero el riesgo de vulnerabilidad ante eventuales conflictos políticos permanece como su punto débil, coinciden las fuentes consultadas.

GABINETE EN LUNA DE MIEL

Las fuerzas políticas están en un periodo de tregua. Tras las crisis que se desataron con el primer pedido de vacancia contra PPK y las posteriores declaraciones de Jorge Barata a la fiscalía, el desgaste popular es muy grande como para continuar con la confrontación en el corto plazo, señala Hernan Chaparro, gerente general de GfK.

Los gestos desde la oposición hacia el nuevo gabinete se han inclinado hacia la colaboración. Sin embargo, el nuevo gabinete no garantiza gobernabilidad. “Hay problemas en el Ejecutivo, pero la presión del Congreso también fue importante”, señala Chaparro. El nombramiento de Villanueva como premier permite mitigar la presión de la oposición y gana respaldo político al gobierno. Aunque Villanueva no es un miembro afiliado de Alianza por el Progreso, su nombramiento formaliza la alianza tácita que hubo entre esta bancada y el gobierno de PPK.

Por otro lado, el también congresista Salvador Heresi es ahora ministro de Justicia. Su nombramiento puede ser visto como una “reconciliación” entre el Ejecutivo y los sectores menos atendidos de la bancada de Peruanos por el Kambio. “El oficialismo tiene una bancada poco cohesionada entre los congresistas cercanos a PPK como Mercedes Aráoz, Carlos Bruce y Pedro Olaechea, y los congresistas que vienen de provincias, o algunos incluso como Gilbert Violeta y Juan Sheput”, agrega Maldonado.

Los perfiles de Heresi y Villanueva destacan como los más políticos en un gabinete tecnocrático. El enfoque de Vizcarra de buscar profesionales del sector público en lugar del privado podría ayudar a remover la etiqueta de lobbista que tuvieron los ministros de PPK. Pero tal como esta revista ha analizado, la luna de miel política terminará. Reanudada esa tensión recién se podrá poner a prueba la gobernabilidad.



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Sigo convencido que la tecnocracia es un sistema que permitirá establecer óptimas condiciones y las bases para un crecimiento sostenido, lo soy más, luego de escuchar a Mulder mencionar, en una entrevista en RPP, que los tecnócratas tienen dificultades para hablar y transmitir lo necesario a la población.

El crecimiento del país no se logra hablando sino haciendo y en ésto último son los tecnócratas quienes tienen mejores condiciones, las verborreas y chácharas a las que nos tienen acostumbrados (mal acostumbrados), no conducirán a nada. "Los tecnócratas son entendidos como administradores del aparato público cuyas decisiones tienen un carácter técnico racional antes que uno político, según el libro "Burócratas y Tecnócratas", de Álvaro Gálvez y Álvaro Grompone, investigadores del IEP.

Óscar Arias, ex Presidente de Costa Rica, en una entrevista a Camilo - CNN, dijo:

"Gobernar es educar, porque mi norma a sido decirle a la gente lo que debe saber y no lo que quiere oír, éso es lo que es un estadista ...". "Uno tiene que tomar partido, uno tiene que defender sus ideas, ... y si uno tiene ésas ideas y no son populares , entonces hay que educar a la gente de que acepte las cosas que uno le dice que son lo que mas le conviene al pueblo o a un país". Camilo le pregunta: ¿Pero éso no da rédito político, allí puede perder muchos puntos de aceptación?. "Prefiero perderlos que traicionar mi conciencia, mis valores y mis principios".

Sin más palabras que agregar, luego de escuchar a Óscar Arias.

FODA de Martín Vizcarra

“El hecho de que el presidente Vizcarra esté –aparentemente– limpio de Lava Jato es como haber encontrado una aguja en un pajar. Esa es su principal fortaleza”.

Fernando Cáceres Freyre - Analista Político
06.04.2018 / 08:30 am

Para un presidente sin partido ni arrastre popular, su mayor legitimidad provendrá del “hacer, hacer, hacer”. El camino es cuesta arriba, pero el 71,4% de aprobación con el que Martín Vizcarra empieza su gobierno (según CPI) le da un buen balón de oxígeno.
El FODA del presidente permite graficar cómo abrir la trocha para poder ‘hacer’.



En un contexto de descrédito total de la clase política por vínculos ilegales con Odebrecht, y ante la amenaza de que Barata o Kenji lancen nuevas revelaciones, el hecho de que el presidente Vizcarra esté –aparentemente– limpio de Lava Jato es como haber encontrado una aguja en un pajar. Esa es su principal fortaleza.

Asimismo, aunque el Ejecutivo se ha quedado, prácticamente, sin herramientas legales para defender a sus ministros de eventuales censuras y disolver el Congreso, tras el inconstitucional cambio hecho al reglamento del Congreso (véase mi columna “Carta a Martín Vizcarra” del 14 de marzo de este año), el principal contrapeso al Legislativo será tener su carta de renuncia bajo el brazo. Esa es otra gran fortaleza de Vizcarra. Para Keiko Fujimori, la vicepresidenta Mercedes Araoz estaría simplemente vetada para asumir la presidencia –las frases contra su familia le serían imperdonables– y, como he comentado antes, asumir el Poder Ejecutivo –temporalmente– perjudicaría al fujimorismo de cara a las elecciones de este año y a las del 2021.

En cuanto a las oportunidades, destaca el espacio político para pactar con otras fuerzas, a fin de darle una hoja de ruta al nuevo gobierno. Discrepo con este Diario cuando pide al presidente no olvidar el plan de gobierno que, también a él, lo llevó a la presidencia. Legalmente, el editorial de El Comercio tiene razón, pero en términos políticos, necesitamos algo más cercano a los “150 compromisos para mejorar España”, a través del cual el Partido Popular y Ciudadanos llegaron a un “pacto de investidura” que permitió a Mariano Rajoy erigirse como jefe de Gobierno en el 2016.

Si Fuerza Popular está convencida de que “una crisis afecta a todos” y de que el Congreso no tiene “más margen de error”, como ha afirmado Luis Galarreta, esa es la principal oportunidad del Gobierno. ¡Pero pongan el acuerdo por escrito para que se tenga una ruta para poder ‘hacer’!

Otra oportunidad viene dada por las elecciones regionales y municipales de este año. Considerando que Vizcarra no tiene sucesor ni partido que vaya a ser protagonista en estos comicios, el Ejecutivo podrá tomar una prudente distancia de la discusión política menuda para avanzar con la reconstrucción del norte e intentar algunas reformas alineadas con el Congreso.

Dentro de las debilidades, resalta empezar a gobernar sin partido propio, con apoyo regional y aliados congresales dudosos, como lo revela el hecho de que el “oficialista” Juan Sheput emplace tan pronto al primer ministro César Villanueva por su posición en la segunda moción de vacancia de Pedro Pablo Kuczynski.

Oportunidad para los técnicos

Otra gran debilidad que se hará notoria dentro de poco es la disparidad de posiciones políticas en el Gabinete. Por ejemplo, cómo empezar una reforma laboral con un ministro de Trabajo que tiene una conocida trayectoria de defensa de los sindicatos (y no de la mayoría de los trabajadores informales).

En el caso de las amenazas, la necesidad de ejecutar la inversión pública –y de cumplir un pacto político– puede terminar convirtiéndose “en aras de la gobernabilidad” en un ‘by-pass’ para regulaciones absurdas que solo benefician a grupos de interés (¿alguien dijo ganaderos?), y hasta para actos soterrados de corrupción. Por ejemplo, es sabido que muchos congresistas presionan al Ejecutivo para que priorice obras nuevas, aun cuando esto pueda afectar la continuidad de obras en marcha. ¿Será porque la coima está al inicio de las obras y pocas veces después?

Esperemos que el presidente use sus fortalezas, aproveche las oportunidades, administre sus debilidades y aleje las amenazas para abrir la trocha y poder ‘hacer’.

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F: Limpio / Carta de renuncia
O: Espacio político / Distancia discusión política
D: Sin partido propio / Disparidad del Gabinete
A: Necesaria "Inversión Pública"

Sus fortalezas son consistentemente sólidas y de peso. Añadiría, aunque con menor proporción, su experiencia en el sector público.

Sus oportunidades están en posiciones inmejorables. Faltaría añadir que el mercado exterior también son favorables y tenemos los recursos para "abastecerlos". Existen en el Perú, tecnócratas que en los últimos 15 años han permitido alcanzar el crecimiento.

Sus debilidades no son relevantes, tal vez la combinación de; "no contar un un partido propio" y tener un gabinete "con una disparidad política", se conviertan en ventaja porque se necesita que los últimos tengan "llegada" y "conecten" con la población, que también son dispares. "La población está harta de los politiqueros". Falta la fiscalización de la aplicación de las leyes en los tres niveles de gobierno.

Su amenaza, invariablemente estará vinculada a la tentación de caer en la corrupción, a las "fuerzas" de los poderosos -económicamente hablando- y a los caprichos del cálculo político de la oposición.

Entiendo que Fernando tiene la intención de ayudar a que el país recupere su condición democrática, vía el desempeño adecuado del Presidente de la República. Quienes estamos convencidos de tal tendencia, los granitos de arena son importantes en tal contexto.

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La paradoja del caudillo institucionalista

Nadie como un politólogo para nutrirnos de temas relativos a la crítica coyuntura político-social que el país esta atravesando en ésta etapa de su vida republicana.

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Una entrevista de Jaime Bedoya (El Comercio) a Alberto Vergara. Somos 1632 (17.03.18)

El politólogo Alberto Vergara tiene algo de cerebral mediocampista, de ninja y de amateur guitarrista feligrés de la iglesia de Leonard Cohen. Estos atributos se potencian en su análisis político, independiente y original, no pocas veces incómodo, respecto al confort propio del discurso oficial. Aterrizando nuevamente en el Perú, al cabo de 15 años de ausencia, desmenuza y filetea la sorprendente -eufemismo de trágica- realidad política actual.

Formalmente aún faltan tres años para que termine, pero tal vez ya sería oportuno un balance del gobierno de PPK.

Es el peor gobierno del Perú post Fujimori. En todas las dimensiones que eran su prioridad ha fracasado. PPK recibió una economía que crecía a 4% y en el último trimestre del 2017 el crecimiento ha sido 2,2%. Luego quisieron cerrar el déficit fiscal y no solo desaceleraron la economía, sino el déficit es hoy 3,2%, ¡el más alto en 17 años!. Y la informalidad que iban a reducir agresivamente, ¡aumentó!, es un desastre. Y esto es en la cancha económica, donde se creían los bacanes del barrio. Ahora imagínese cómo nos va en las canchas que no les importan ...

Por ejemplo ...

Educación. PPK prometió que la reforma se mantendría y la ofrendó al fujimorismo. No, en realidad la entregó a una mezcla de intereses mercachifles y oscurantistas. No pararon hasta poner a un ministro que personifica la antirreforma. Y los mejores ministros; Basombrío, Luna, además de Saavedra, que encarnaban cambios importantes en un país donde lo común es hacerse el muertito, esos ya no están.

¿Este es un problema de personas o de instituciones?

Perdón, permíteme moderarme a mi mismo. No caigamos en el error de creer que esto es únicamente responsabilidad del presidente. Muy probablemente este habría sido el peor gobierno del Perú, post Fujimori, con cualquier presidente. Creo que es muy importante darnos cuenta de que las trabas al desarrollo no están en nuestros líderes. Si no se hace nada por mejorar la productividad, ¿cómo así podríamos tener otro destino económico que el enfriamiento?. Si a nadie le interesa una reforma del Poder Judicial, ¿de dónde surgiría la igualdad ante la ley, el Estado de Derecho, necesario tanto para una democracia como para un clima favorable a los negocios?.

Ni con Michael Schumacher, iríamos cual flecha, con el mismo carro charcheroso.

Tenemos el mismo carro charcheroso de nuestras instituciones que creemos que un piloto nuevo va a ir hecho una flecha. No es así. La derecha limeña creía que al irse Humala retornaría la confianza empresarial y con ello un crecimiento espectacular. Sorpresa, genios, no estaban allí los problemas ni las soluciones.

Pero, según el presidente y sus ministros, este año la economía va mejor ...

O sea, el precio del cobre a subido ... Pero eso no significa mejoras en nuestra economía, si la entendemos como un sistema de productividad, instituciones, capital humano.

¿Es todo esto el resultado de un gobierno débil, como se repite?

Creo que la debilidad no es lo que mejor define a este gobierno. Para eso tendríamos que haberlo visto pelear por algo, sacarse la mugre por una política pública y que, tras ardua pelea, hubiera cedido. Pero en todos los temas controversiales se arrodillaron a la primera. Solo han tenido iniciativa para recortar trámites que no le importaban a nadie. Una frivolidad. Ha sido un gobierno más frívolo que débil.

¿Se trata del fracaso de la tecnocracia, como se alega?

Es una pregunta con truco. En los últimos quince años, la tecnocracia ha sido responsable de que nos vaya mejor económicamente que el resto de América Latina. Felizmente hemos tenido tecnócratas. Pero hay dos problemas. Primero, no puedes tener gabinetes repletos de expertos que nadie eligió. Eso desligitima a los gobiernos y a la democracia. ¿Dónde has visto -como en este gobierno y aún más en el de Humala- gabinetes sin personas elegidas por voto popular?, así desaparece el vínculo entre políticas públicas y ciudadanía, surge un problema de legitimidad.

Político versus Tecnócrata

Pero también hay el tema de, qué es un tecnócrata o una tecnocracia ...

Exacto. Ese es el segundo tema. En el Perú. creo que piensan que la definición de "tecnócrata" es, "pituco de pasadita por el estado". Si tu me dices Jaime Saavedra, ok, es un tecnócrata. Antes y después de su paso por el Estado está dedicado a la educación, es un experto del Banco Mundial dedicado a un aspecto de la vida pública. Pero si tu chamba es vender champoo o ser gerente de un banco o de una minera y pasas al Estado, no eres un tecnócrata pues, eres un gerente en el Estado. Y eso es lo que ha primado en este gobierno, más que en los anteriores. Gerentes en el Estado. Muchos de ellos ya se fueron, no conocían el Estado, metieron la pata, no tienen paciencia. Entonce es injusto adjudicarle, ese fracaso, a la tecnocracía. O sea, si necesitas viceministro de Educación y en lugar de un técnico trajinado del propio sector educación prefieres nombrar a un pata de la UPC que no sabe nada del Estado, ¡Estás postergando al tecnócrata!, y cuando ese viceministro no ata ni desata ante la huelga del SUTEP, ¿sería un fracaso de la tenocracia?, no pues, justamente no lo es.

Lo de Kuczynski -"pregúntenle a la embajadora"- ya no parece senilidad, sino cinismo. ¿El presidente es o se hace?

Se hace. No creo en la senilidad que todos le atribuyen. La manera en que se salvó de la vacancia es de alguien que está en todas. Tuvo que mentir a varias bandas, "bluffear"(1) amenazas, usar argumentos democráticos, llamar a la memoria del autoritarismo, para excretarse en todo, al día siguiente, y conminarnos a pasar la página... Éso no lo hace un viejito senil.
(1)
(Bluff: Se trata de una jugada falsa para acobardar o impresionar al oponente).

La señora Keiko Fujimori, subcampeona de las elecciones del 2016 o vencedora legislativa del mismo comicio, según el punto de vista que se adquiera, ha pedido la renuncia del presidente. Este ha dicho que no renunciará. ¿Qué piensas del fondo?. ¿Vacancia o renuncia?.

Voy a evitar la arrogancia de decirle al presidente lo que debería hacer. Pero si creo que con PPK estamos atrapados en un escenario malo. Estamos atrapados en algo así como ese verso de Sabina, "esta sala de espera sin esperanza". Me gustaría decirte que el país no aguanta tres años vegetando, ¡pero el problema es, que si aguanta!. Con este presidente no se va a avanzar nada. Nadie confía en él No tiene palabra. Tres años es mucho así. Quizás la vacancia y unas elecciones anticipadas sería el mejor escenario. ¿O que Vizcarra, tras una renuncia o vacancia, se destapase como un gobernante de otro calibre?. Ya estamos en el terreno de la especulación.

Se aludió al indulto "humanitario". Y el 2018 es el año de la "reconciliación". El año pasado se nombró la inexistente"Reconstrucción con cambios", ¿qué quieren decir esas palabras?.

Nada. Aquí las palabras ya dejaron de significar. En lugar de reconciliación podrían haber dicho "expiación", "comunión", da igual. En la entrevista que Jaime de Althaus le hizo a Mercedes Araoz, en El Comercio, le preguntó qué significaba la "reconciliación", y no pudo elaborar ni cuatro frases. Y la composición del gabinete confirma que todo es ñanga, no hay nada que revele esa prioridad reconciliadora. Pura cáscara verbal. O fíjate en el Ministro de Trabajo Javier Barrera, que hace nada llamó a este gobierno, incapaz y corrupto. Y luego de su nombramiento afirma que ya cambió de opinión. Y para el fujimorismo, Vizcarra era corrupto que no podía ser ni ministro y resulta que ahora sería un presidente ideal. Más que post verdad, en el Perú, vivimos en la post palabra.

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Pura cáscara verbal. Más que post verdad, en el Perú, vivimos en la post palabra

¿Cómo revertir esta situación?, ¿o, hacemos cola en el puente Villena?

Mira. Yo creo que hay un país pajísimo, ahí afuera. También hay uno feo, de hecho. Pero hay uno que rechaza la precariedad informal, que quiere progresar y que confía en una forma civilizada de convivencia. Sobrevive solo, contra la traición de los políticos, empresarios, madamases.
Más de 600 mil personas van a la Feria del Libro. A mi eso me ilusiona. Y se repite en todas partes. O cada vez que hay una elección y pueden ganar las versiones más tóxicas de nuestra sociedad, no sé cómo, pero espontáneamente rechazan la ilegalidad, la trafa, el atropello. Impidieron que gane el fujimorismo, dos veces. Y a nivel mucho más chiquito, contra viento y marea, el mismo impulso republicano impide que Villa Stein gane el Colegio de Abogados de Lima.
El problema es que esos reflejos republicanos ocurren sin liderazgos, a la buena de Dios.
PPK, por ejemplo, no entiende que ganó gracias a ese tipo de movimiento. Luego se salvó de la vacancia de manera muy parecida. Pero no lo entiende. O no le importa. Si debe degollar a sus electores, en el altar del doing business, él mismo consigue la estaca. La maldita paradoja del país puede que se resuma en que necesitamos un caudillo institucionalista.



¿El enfrentamiento Kenji-Keiko, es una buena noticia política?

Yo creo que si. Siempre he creído que la consolidación de la democracia peruana pasa por la no consolidación del fujimorismo como fuerza hegemónica. Y con lo que hemos visto desde el 2016, estoy más convencido. Ojo, no digo que sin ellos tendríamos una democracia ejemplar, pero sí que un fujimorismo hegemónico asegura la ruina democrática.

K-K

¿Cuál sería una buena noticia política en Julio del 2021?

Que eligiéramos un presidente que no concibe a los ciudadanos como una amenaza a los negocios, sino como aliados en la construcción de una república justa.
Un presidente con el que provoque tomarse una foto y ponerla en tu sala.//

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Puede parecer, lo que no es, o, puede ser lo que tu estructura de conocimientos te dicta que sea, así mismo la amplitud de criterios o la dirección de la tendencia también dependen del lector, sin embargo, si abres la mente y sometes a análisis y posterior comprensión, los temas socio - políticos se clarifican para que puedas tomar las decisiones más apropiadas para tí, tu familia, tu sociedad, tu nación.

Por lo menos yo estoy harto de que me "miren la cara" y que me mientan, sin inmutarse siquiera. Estúpido no soy, y menos idiota, y lo que más anhelo en la vida es mi bienestar y el bienestar de todo mi Perú, por increíble que les parezca a aquellos que ya no creen en las palabras de los otros, pero todavía hay románticos que creemos merecer vivir en armonía con los demás. Hemos descendido el nivel de discusión a su mínima expresión, en lugar de discutir como alcanzamos a llegar ser del primer mundo, nos arrastramos en el lodo discutiendo quién es más corrupto que el otro. Tanta mediocridad.

Éste análisis socio-político me sirve para encontrar o entender los menesteres que se hace en las esferas, ¿superiores?, donde se toman decisiones que establecen las condiciones de las cuales dependen mi vida, ¿les puedo otorgar el beneficio de reírse de mi?, ¿de no importarles un c.....?, (comino quiero decir). No, no puedo, no lo tolero.

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¿Cambiemos el modelo?

¿Cambiemos el modelo?
Por Roberto Chang
30 de Marzo del 2018
http://focoeconomico.org/2018/03/30/cambiemos-el-modelo/

El martes pasado, mientras almorzábamos y conversábamos sobre la economía latinoamericana y mundial, el gran economista argentino (e ídolo mío, como de muchos otros economistas de mi generación) Guillermo Calvo me preguntaba qué iría a suceder con el gobierno del Pedro Pablo Kuczynski. Le tuve que responder con tristeza que, como sucedería de hecho el día siguiente, Kuczynski se vería obligado a renunciar, lo que sumergiría al país en un limbo político con prognosis muy delicada. Calvo, o quizá alguno de los otros comensales, opinó entonces que lo que ocurría en Perú era no sólo una lástima sino también algo extraño e inesperado, dado que el Perú ha sido por más de dos décadas una estrella brillante en el firmamento de los países emergentes, al menos en términos económicos.

El comentario me lleva a reflexionar sobre cómo el Perú ha podido tener un éxito razonable en el  terreno económico a pesar de los grandes problemas políticos, sociales, e institucionales que a menudo dominan los debates nacionales y acaparan la atención de los medios de comunicación, recientemente con más intensidad en respuesta a lo que se va descubriendo sobre el alcance e impacto de la corrupción asociada con las acciones de Odebrecht en América Latina. Esta paradoja es notable, sobre todo en momentos como los actuales en los que el colapso de un gobierno democráticamente elegido puede motivar a que no pocos comentaristas, algunos bien intencionados, otros políticamente oportunistas, demanden una reforma radical del modelo económico, un cambio de la orientación de la política económica, y el reemplazo de los profesionales que han gestionado el modelo y la política durante estos años.

A menudo, este tipo de demandas parten de proponer como axioma que el modelo y la política económica han fracasado y han tenido efectos nulos o incluso negativos en la vida de la población. Esta afirmación está frecuentemente escondida o es implícita en las formulaciones de las demandas mencionadas, pero es obviamente crucial para ellas. Porque si uno rechaza el axioma y acepta que, por el contrario, el modelo y la política económica están asociados con un aumento sustancial del nivel de vida en el Perú, es mucho más difícil identificar formas de reformar el modelo, cambiar la política, o identificar sustitutos de sus gestores, de manera que ofrezcan alta probabilidad de mejoras aún mayores.

Por eso vale la pena centrarnos en juzgar la credibilidad del axioma mencionado. Y para esto es imprescindible  basarnos en lo que dicen los números disponibles. No es difícil encontrar las estadísticas claves, y ellas indican que el axioma es definitivamente inválido: la situación económica de la gran mayoría de los peruanos ha mejorado sustancialmente desde la derrota del terrorismo a principios de los años noventa.

La Figura 1 muestra la evolución del producto per capita desde 1990. Los datos provienen del Banco Mundial, y están ajustados por inflación y variaciones del tipo de cambio. En 1990, el peruano promedio producía unos 5300 dólares (esto es, dólares PPP del 2011) por año; en 2016, algo más de 12000. El producto per capita está fuertemente ligado al ingreso por habitante, por lo que podemos concluir que en los años recientes el peruano promedio gana más del doble que en 1990, y en términos reales.

FIG. 1: Perú, PBI PER CÁPITA (Ajustado por PPP, 2011 US$)
Fuente: Banco Mundial

El ritmo de crecimiento no ha sido completamente uniforme, lo que no es sorprendente dado que el período fue testigo de shocks fuertes tanto económicos (crisis de mercados emergentes de la segunda parte de los noventa, crisis global hace diez años) como políticos (terrorismo, renuncia de Fujimori, elecciones de García y Humala). De hecho, nuestro ingreso per capita no empezó a crecer hasta 1994, y se estancó entre 1998 y 2002. Pero la tendencia ha sido obviamente positiva. El crecimiento anual fue 2.1 por ciento durante los noventa, 4.3 por ciento en la década 2001-10, y 3.3 por ciento en lo que va de esta década (2011-16). Para la totalidad del período, 1990-2016, la tasa anual de crecimiento fue 3.2 por ciento.

Crecer al 3.2 por ciento sostenidamente por más de un cuarto de siglo puede quizás no llegar a ser un “milagro” como el de los tigres asiáticos en el período previo a sus crisis de fines de los noventa, pero definitivamente justifica la percepción que el resto del mundo tiene del Perú como un ejemplo de éxito económico. Para ver esto desde otra perspectiva, la Figura 2 muestra el PBI per capita peruano como fracción del de Finlandia. La comparación con Finlandia está motivada no sólo porque la economía finlandesa es pequeña y abierta como la peruana, sino también porque Finlandia es el país con el mayor índice de felicidad del mundo, de acuerdo al World Happiness Report de Naciones Unidas.

La figura revela que en 1990 el PBI peruano per capita era sólo el 18 por ciento del de Finlandia. En contraste, en 2016 alcanzó a ser más del 30 por ciento. En este sentido, en el período de nuestro análisis hubo un recorte sustancial de la diferencia de producto e ingreso promedio entre Perú y Finlandia. Es difícil argüir que esto no expresa progreso económico significativo.

Con riesgo de subrayar lo obvio: estas cifras no significan ni quieren sugerir que el nivel de vida de los peruanos no esté todavía muy lejos de el de los finlandeses. Es claro que queda muchísimo camino por recorrer. Pero lo que parece innegable es que hay clara evidencia de progreso significativo.

También es claro de la Figura 2 que el progreso relativo, en términos de acortar la distancia económica con respecto a países avanzados, no ha sido uniforme y ha tenido períodos de retroceso. En particular, a pesar de una mejora durante el primer gobierno de Fujimori, el PBI per capita del Perú relativo al de Finlandia regresó en el 2001 al mismo 18 por ciento de 1990. La mejora relativa del Perú ha sido sostenida desde entonces, pero debemos recordar que el proceso toma tiempos largos, y que puede haber altibajos (que obviamente debemos tratar de minimizar).

FIGURA 2: PBI Per Cápita del Perú/PBI Per Cápita de Finlandia
Fuente: Banco Mundial

La evidencia, por tanto, nos lleva a la conclusión de que el desempeño económico del Perú desde los años noventa ha elevado sustancialmente el nivel de vida del peruano promedio. El corolario es que es muy difícil sostener que ha habido grandes errores en la política económica o que el modelo es equivocado. A riesgo otra vez de decir lo obvio: estas afirmaciones no niegan la existencia de algunos errores (que los hubo), de problemas como el de corrupción a varios niveles o las ineficiencias burocráticas o institucionales, o de la posibilidad de que el progreso pudo ser aún mayor. Pero sí indican que el modelo y la política económica han sido razonablemente acertados en general, y exitosos para el peruano promedio. Tildarlos como fracasos revela ignorancia de la evidencia o, peor, intención de engaño.

En vista de esta evidencia, algunos críticos o escépticos responderán que, si bien uno debe aceptar que el crecimiento y el nivel de bienestar promedio de los peruanos han mejorado fuertemente, el modelo y la política sólo han favorecido a los más ricos, empeorando la desigualdad y olvidándose de las capas más necesitadas. Pero aquí también la evidencia existente es contundente en mostrarnos lo contrario.

La Figura 3 presenta la evolución de los indicadores de pobreza en el Perú, calculados por el Banco Mundial. Las líneas azul, roja, y verde expresan respectivamente el porcentaje de la población viviendo en pobreza extrema (definida como un ingreso diario de 1.90 dólares US del 2011, ajustados por PPP), pobreza intermedia (3.20 dólares por día), o pobreza liviana (5.50 dólares por día). El progreso es visible y los números impresionantes: a principios de siglo, alrededor del 17 por ciento de los peruanos vivía en pobreza extrema. Hoy la pobreza extrema ha casi desaparecido (3 por ciento en 2015). Asimismo, en el 2000 uno de cada tres peruanos vivía en una situación de pobreza intermedia; hoy es menos de uno de cada diez. La pobreza liviana ha caído de más de la mitad de la población a menos de la cuarta parte.

FIGURA 3: Perú: Porcentaje de población en distintos niveles de pobreza
Fuente: Banco Mundial

El fuerte desempeño económico peruano no sólo ha resultado en una disminución apreciable de la pobreza. Más en general, también ha estado ligado a una mejor distribución del ingreso. Evidencia reciente se encuentra en un trabajo importante de Yamada, Castro, y Oviedo (2016, YCO). [1] La tabla a continuación, que reproduce parte de la Tabla 3 de YCO, presenta dos estimaciones del coeficiente de Gini en el Perú. La columna “INEI” da la estimación con dates del Instituto Nacional de Estadística, mientras que la columna “UP” muestra una estimación propia de YCO, que corrige por una serie de sesgos, tales como problemas asociados con la medición del ingreso disponible. (El lector interesado debe estudiar YCO para ver detalles de metodología y construcción de los índices.)

La tabla nos dice que, aparte de diferencias menores debidas a los distintos métodos de estimación, el coeficiente de Gini en el Perú se redujo entre el 2004 y el 2014. En otras palabras, esta medida nos dice que la distribución del ingreso en el Perú mejoró durante el período. O en palabras de YCO (página 15), “la evolución de la desigualdad ha mostrado una tendencia decreciente en la última década…Este resultado lo corroboran las estimaciones que corrigen por el potencial subreporte en las encuestas de hogares.”

Perú: Coeficiente de Gini 2004 - 14
Fuente: Yamada, Castro y Oviedo,(2016)


Resumiendo, la evidencia desde los años noventa nos dice que:

1. El ritmo de crecimiento del ingreso promedio en el Perú ha sido bastante rápido, tanto en comparación con otros períodos de su historia (un punto que no hemos tocado pero que es evidente) como en relación con lo sucedido en el resto del mundo.

2. Ese desempeño ha resultado en una disminución importante de la pobreza y una mejora apreciable de la distribución del ingreso.

Estos números no dicen que los peruanos debamos sentirnos demasiado contentos (el crecimiento puede parar, la distribución del ingreso sigue siendo muy injusta). Tampoco dicen que no persistan problemas muy graves en el Perú, ni que no haya espacio para mejoras en la conducción de la política económica.

Pero la evidencia sí es consistente con progreso sustancial en lo económico, un tipo de progreso que ha resultado en la mejoría de las condiciones de vida de la mayoría de la población, incluyendo a los más pobres. Esto debe tenerse en cuenta en estos momentos, en los que la coyuntura política anima a algunos a pedir reformas fundamentales del modelo o la política económica. Los que plantean esto deberían explicarnos, como mínimo, qué alternativas proponen y cómo es que estas alternativas pueden llevar a resultados superiores a los que se ha venido obteniendo. Porque en economía es fácil cambiar y reformar: lo difícil es que el cambio y las reformas nos acerquen a Finlandia en vez que a Venezuela.

[1] Gustavo Yamada, Juan Francisco Castro, y Nelson Oviedo, “Revisitando el coeficiente de Gini en el Perú”, Documento de Discusión DD 1606, Noviembre 2016, Universidad del Pacífico.

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Mi opinión:

PPK obligado a renunciar, por los actos parecidos a un mercado persa para "salvarse" de ser vacado, resulta ser una lástima, no porque se fuera él, sino porque el Perú sufre una parada intempestiva, pues estaba sobresaliendo como uno de los países emergentes en la región, en términos económicos, a pesar de los grandes problemas de estancamiento político, reclamos sociales e institucionales y al impacto del mayor cáncer de su historia, la corrupción a todo nivel, asociada a las acciones de Odebrecht en casi toda América Latina.

Ésta paradoja, casi opuesta, casi contraproducente, "motiva a que no pocos comentaristas, algunos bien intencionados y otros pública y políticamente oportunistas, demanden una reforma radical del modelo económico, incluyendo el reemplazo de los profesionales que han gestionado el modelo y la política durante estos años", dice Roberto Chang, e irresponsablemente, digo yo.

El análisis sesudo (técnico, quiero decir) de Roberto Chang, desvirtúa tal apetito radical de reforma. Hay crecimiento, leve, pero crecimiento al fin, que con reformas moderadas puede generar una inercia contínua y acompasada al desarrollo mundial, allí están los números invariablemente firmes, demostrándolo.

Éso es lo que debe tenerse en cuenta, al final de cuentas, "porque en economía es fácil cambiar y reformar, lo difícil es que el cambio y las reformas nos acerquen a Finlandia en vez de Venezuela", sentencia Roberto Chang.

Ya está, ya lo dije.

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La compañía personal

 Este texto, brutalmente honesto, la escribió Sylvia Plath con 17 años, en una carta dirigida a un amigo (enero 1970). Líneas antes: "E...