A propósito de la idea de la creación de una réplica de Disney World en Cusco, u otra ciudad del Perú, considero que resultaría contraproducente por dos razones fundamentales:
1. Le restaría la cualidad de país cultural, ancestral y turístico natural en esencia.
2. También sería anti económico (poco rentable) porque, Disney World, exigirá una proporción considerable de los ingresos, por derecho propio.
El Perú tiene fuentes propias e innatas que se puede explotar en pos de masificar el turismo vivencial, arqueológico, histórico y natural y ello implica que se debe realizar evaluaciones serias en los respectivos proyectos turísticos, generando estrategias que involucren la instalación de infraestructura vial, hotelera, miradores, seguridad, gastronómica, entre otros no menos importantes como la formación de personas dedicadas al turismo y a la promoción nacional e internacional.
A favor tenemos dos aspectos importantísimos: existen lugares con condiciones para ser denominados turísticos y nuestra grastronomía ha adquirido la valoración internacional.
Finalmente, instalar una diversión artificial por sobre la natural permitiría dañar nuestras condiciones ecológicas, considerada pulmón mundial. Con el paso del tiempo, las personas del mundo buscarán disfrutar la naturaleza mas que con las artificiales.
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